Meta 4.3: Enseñanza técnica, profesional, superior y de adultos
Para 2030, asegurar el acceso, en condiciones de igualdad para todos los hombres y las mujeres, a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria
CREDIT: Antoine Tardy/UNHCR. Ala (centre), 22, fled Daraa, the Syrian Arab Republic, in March 2013 with her family. They settled in Zaatari camp, Jordan.
El indicador mundial de participación en la educación de adultos se ha perfeccionado para captar todas las oportunidades de educación formal y no formal, estén o no relacionadas con el trabajo. Habida cuenta de la diversidad y el número de proveedores, las encuestas de población activa resultan preferibles, como fuente, a los datos administrativos, pero las preguntas de estas encuestas varían considerablemente según los países, y pocas preguntas son compatibles con la definición actualizada del indicador. No será fácil normalizar las preguntas para aumentar el número de países con datos comparables.
La Encuesta de Población Activa de la Unión Europea se centra en la educación y formación formales durante las 4 semanas anteriores a la encuesta (mientras que el indicador considera 12 meses). Las tasas de participación se mantienen estables, en promedio, en un 11%, aunque las tendencias varían según los países (figura 9). Las encuestas integradas sobre el mercado laboral en Egipto, Jordania y Túnez se limitan a las personas empleadas, la participación durante toda la vida y la EFTP relacionada con el trabajo. Indican unas tasas anuales de participación en la formación que pueden alcanzar hasta el 4% entre los empleados con competencias técnicas.
Figura 9: La participación en la educación de adultos ha permanecido estable en Europa, pero las tendencias varían según los países
La tasa de matrícula bruta en la enseñanza superior alcanzó el 38% en 2017, pero la proporción del gasto privado en el costo total de la educación superior está aumentando. La asistencia financiera en forma de préstamos estudiantiles, subvenciones, ayudas y becas significa que la enseñanza superior es generalmente más asequible en Europa y menos asequible en el África Subsahariana, donde su costo excede el 60% del ingreso nacional promedio en la mayoría de los países y alcanza casi el 300% en Guinea y Uganda.
La mayoría de los sistemas educativos apuntan a prestar apoyo financiero a destinatarios específicos, pero la efectividad de la selección de beneficiarios varía sustancialmente. Los datos del Banco Mundial muestran que en diversos países de ingresos bajos y medios, los hogares del quintil más pobre tenían menos probabilidades de recibir una beca estatal que los del quintil más rico. Un amplio paquete de medidas que incorpore diversos enfoques, como se ha hecho en Colombia y Viet Nam, puede lograr mejores resultados que las becas por sí solas.
Las encuestas de población activa resultan preferibles a los datos administrativos como fuente para medir la educación de adultos, habida cuenta de la diversidad y el número de proveedores
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