Seguimiento de la consecución del ODS 4
El marco de seguimiento de la consecución del ODS 4 relativo a la educación es ambicioso, aun si se han dejado al margen algunas de las cuestiones más difíciles relacionadas con el desarrollo de la educación. Tiene un importante papel formativo, al señalar temas que merecen atención y en cuyo seguimiento los países deberían invertir. Al mismo tiempo, se están realizando importantes esfuerzos para desarrollar indicadores, normas y herramientas encaminados a reforzar la comparabilidad de los datos entre países. Este proceso requiere una estrecha colaboración entre los organismos internacionales, los Estados, los proveedores de fondos y los expertos.
FOTO: Shallendra Yashwant/Save the Children. Mina (11 años), 5° grado, isla Boeung Kachang, provincia de Koh Kong, Camboya.
Hay 11 indicadores globales para el ODS 4. El Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU) es el organismo custodio único encargado de ocho indicadores, y colabora con la Unión Internacional de Telecomunicaciones para el indicador sobre tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El organismo custodio para un indicador sobre el desarrollo de la primera infancia es el UNICEF, y para la ayuda a las becas es la OCDE. Se suman a estos 32 indicadores temáticos, con lo que el marco de seguimiento del ODS consta de 43 indicadores.
El IEU coordina la evolución de los indicadores mundiales y temáticos con los Estados Miembros y los organismos a través del Grupo de Cooperación Técnica sobre los Indicadores del ODS 4-Educación 2030 (GCT), que convoca conjuntamente con la UNESCO. En 2018, se presentará información por primera vez acerca de cuatro indicadores (participación en programas de alfabetización de adultos, educación integral en sexualidad, violencia en el entorno escolar y ataques en las escuelas), llevando así el total a 33 de los 43 indicadores. El trabajo prosigue o está por comenzar acerca del idioma de enseñanza, la distribución de recursos y la formación profesional de los docentes.
La Alianza Mundial para el Seguimiento del Aprendizaje, convocada también por el IEU, coordina la labor relativa a indicadores más complejos de resultados del aprendizaje, principalmente la competencia básica en lectura y matemáticas, alfabetización de adultos y alfabetización digital. El IEU persigue tres estrategias alternativas para relacionar y establecer parámetros de referencia en el ámbito de la lectura y las matemáticas. En primer lugar, respalda una iniciativa que permitirá que estudiantes de países seleccionados de América Latina y África occidental sean objeto de una evaluación tanto regional como internacional, para poder efectuar comparaciones más sólidas entre las encuestas. En segundo lugar, ha llevado a cabo un mapeo del contenido de varias evaluaciones, gracias al cual los expertos asignarán un nivel de dificultad a los puntos de las encuestas para colocarlos en una escala que servirá para los informes. En tercer lugar, prosigue la acción encaminada a relacionar las escalas de competencia utilizando técnicas estadísticas.
A partir de 2018 se presentará información sobre cuatro nuevos indicadores, con lo que en total se medirán 33 de los 43 indicadores del ODS 4
Un balance de la era de la Educación para Todos, 2000–2015
El Informe de Seguimiento de la Educación para Todos de 2015 evaluó los resultados de la EPT, pero se basó en gran medida en los datos de 2012. Se realizó una evaluación actualizada, basada en datos de 2015. La conclusión no cambia: si bien se realizaron avances significativos durante la era de la EPT, finalmente no se alcanzaron los objetivos, pero es un balance importante cuando se mira hacia el año 2030.
Cabe destacar dos conclusiones principales. Con respecto a la meta 2 de la EPT relativa a la finalización de la enseñanza primaria, tras un período de estancamiento de las tasas de participación y finalización hasta aproximadamente 1997, la tasa bruta de matrícula en la enseñanza primaria, la tasa neta de matrícula y la tasa bruta de admisión en el último grado de primaria repuntaron hasta aproximadamente 2008, y luego permanecieron estancadas (figura 6a). En cambio, en lo tocante a la meta 5 sobre igualdad de género, pese a que no se alcanzó el objetivo de paridad en la matrícula para 2005, el avance prosiguió durante los años 1990 y 2000, alcanzando la paridad en 2009 para la educación primaria y secundaria y aproximándose a ella en materia de alfabetización de los jóvenes en 2015. Persiste la disparidad en la alfabetización de los adultos, puesto que el 63% de las personas analfabetas son mujeres, y se ha invertido en la educación superior, en la cual los varones tienen ahora menos probabilidades de tomar parte (figura 6b).
Figura 6: Entre 2000 y 2015, se registró un avance constante hacia la paridad de género en el mundo pero no hacia la enseñanza primaria universal
El seguimiento del nivel educativo de los migrantes y las personas desplazadas presenta numerosas dificultades
El marco de seguimiento de los ODS apunta explícitamente a desglosar los indicadores según varias características asociadas con las situaciones de desventaja. Sin embargo, los datos sistemáticos sobre el nivel de educación de inmigrantes y refugiados son fragmentarios. En el catálogo de microdatos del Banco Mundial, más de 2000 de las casi 2500 encuestas de hogares incluyen información sobre la educación, pero solo alrededor de una de cada siete incluye la migración, y una fracción aun menor incluye el desplazamiento.
Las familias migrantes son móviles y es menos probable que estén presentes cuando llegan los encuestadores, o que sean entrevistadas, debido a barreras lingüísticas o problemas legales. Y dado que los flujos de migración pueden cambiar rápidamente, los marcos de muestreo no siempre están al día. Esto afecta particularmente a las personas desplazadas: se pueden recopilar datos de forma más sistemática en los campamentos de refugiados, pero menos del 40% de los refugiados, y un número aún menor de personas internamente desplazadas, viven en los campamentos.
La inclusión de inmigrantes y refugiados en encuestas estándar de carácter general no siempre resuelve los problemas de muestreo y recolección de datos. Las encuestas estándar no captan el dinamismo del fenómeno migratorio y a veces son demasiado infrecuentes como para generar información oportunamente. Pueden resultar más eficaces los enfoques flexibles, por ejemplo encuestas centradas en la investigación que establecen relaciones entre las comunidades de origen y de destino, así como una recopilación rápida de datos utilizando un muestreo no aleatorio. Finalmente, las encuestas no siempre captan la dinámica educación‑migración ni las cualificaciones obtenidas en el país de origen.
En marzo de 2016, la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas comenzó a organizar un Grupo de Expertos sobre Estadísticas de los Refugiados y los Desplazados Internos. Compuesto por 40 Estados miembros y al menos 15 organizaciones regionales e internacionales, este grupo ha formulado recomendaciones para mejorar la recopilación de datos. La UNESCO y la ACNUR están desarrollando un sistema de información sobre la gestión de la educación para refugiados, una herramienta gratuita y de código abierto basada en internet para ayudar a los países a acopiar, compilar, analizar y comunicar datos sobre la educación de los refugiados.
Las familias migrantes son móviles y es menos probable que estén presentes cuando llegan los encuestadores, o que sean entrevistadas, debido a barreras lingüísticas o problemas legales